Bio
Versión larga (y más interesante)
Como diría que queda claro con el título de esta web, soy Jonathan López-Vera (Barcelona, 1977). Y soy, como nos pasa a todos, muchas cosas distintas dependiendo del ámbito del que estemos hablando, pero como esta web está dedicada sólo a mi ámbito profesional, digamos que soy historiador. Pero nadie se dedica a toda la Historia, obviamente, así que yo me dedico a la Historia Japonesa. Espera, ya que esta es la versión larga y quien quiera sólo los cuatro datos básicos puede bajar un poco más y leer la versión corta, me voy a recrear un poco empezando por el principio.
La edición de la izquierda es la misma que me leí la primera vez, me la dejó un amigo y estaba en aquella época en la mitad de casas catalanas, porque la regalaba una caja de ahorros muy conocida, la de la derecha es una que me compré yo unos años después… aunque siempre quise tener la otra y la acabé comprando un día en un mercadillo de libros usados.
A mí siempre me encantó estudiar, desde bien pequeño, era el típico niño repelente, feliz de que le pusieran deberes, y el cuaderno de verano me lo terminaba en la primera semana de vacaciones, aunque mi madre me decía que saliera a jugar, que ya haría el cuaderno en septiembre como todo el mundo. Y además estudiar se me daba bien, porque, como me gustaba, se me daba bien, y como se me daba bien, me gustaba, así que sacaba muy buenas notas. Por otro lado, no era el típico empollón asocial de las películas, yo nunca tuve ningún problema para relacionarme con los demás, y en el instituto era un punki-jebi bastante macarra que nunca dirías –¡por tus prejuicios!– que disfrutaba estudiando. Aparte de lo que hubiera que estudiar para clase, a mí me daba por estudiar otros temas, y durante un par de meses me obsesionaba con un asunto concreto, ahora mismo me viene a la cabeza la misión a la luna del Apolo 11, por ejemplo. Entonces, cuando tenía unos trece años, allá por 1990, en un nuevo canal de televisión –que por aquella época aún se podía mirar– emitieron una serie llamada Shōgun, una magnífica producción que recomiendo a todo el mundo y que es fácil de encontrar en internet… no es necesario que compréis en DVD la «edición especial 30 aniversario» como yo. Me impactó muchísimo, la historia que contaba, el momento histórico, la ropa, los edificios, el idioma, las espadas, todo. Cuando supe que estaba basada en una novela, conseguí un ejemplar y lo devoré; como suele ser habitual, el libro era mucho mejor, sobre todo en su parte histórica y política, con todos los entresijos y maniobras que Toranaga y los otros señores se traían entre manos. Su veracidad histórica es discutible, lo sé, pese a estar basado en hechos reales –cambiando los nombres de los personajes– se toman bastantes licencias históricas para hacer la historia más interesante. No pasa nada, es ficción, no tiene que ser fiel a la verdad ni lo pretende, y aun así, es una gran aproximación a la época que retrata. A partir de ese momento, empecé a devorar toda la información acerca de Japón que cayese en mis manos… y os recuerdo, por si alguien lo ha olvidado, que en 1990 no teníamos internet, con lo que había que trabajarse bastante el acceso a la información. Otros temas obsesivos habían llegado y se habían marchado, pero esto de Japón fue durando y durando… y se convirtió en algo crónico, supongo.
A todo esto, en el instituto seguí sacando buenas notas y mis profesores me recomendaron ir a la universidad, pero… siempre digo que la edad a la que hay que ir a la universidad es la peor edad para ir a la universidad, y a mí en ese momento no me seducía la idea, lo veía como que las carreras que me gustaban no tenían salida, y las que tenían salida no me gustaban. Además, yo quería ser una estrella del rock’n’roll, no ir a la universidad. Toco el bajo desde los diecisiete años y estuve un buen tiempo en un grupo con el que hicimos cosillas bastante importantes, como sacar tres discos, tocar por Europa e incluso por Japón –mi primer viaje allí–, o fichar por Warner Music. En definitiva, que no fui a la universidad… aunque siempre recuerdo que un profesor de Historia del instituto me dijo entonces que, antes o después, acabaría yendo. Encadené entonces algunos trabajillos de poca monta –como teleoperador de una nueva compañía llamada Movistar, por ejemplo– mientras veía qué hacía con mi vida mientras llegaba el estrellato musical. Más tarde estudié Diseño Gráfico, lo que me llevó a trabajar en ese sector durante más de una década. Mientras tanto, nunca dejé de estudiar por mi cuenta historia japonesa, cultura japonesa, e idioma japonés, cinco años en una academia de idiomas… pero todo ello sencillamente como un hobby, como el que hace maquetas de trenes o el que mira pájaros con unos prismáticos. Sin embargo, llegó un momento en que mi trabajo me empezó a cansar, y coincidió con que me desencanté de lo de estar en un grupo tomándolo en serio y no sólo como algo con lo que divertirse… no sé… quizá fue la crisis de los treinta. El caso es que decidí dar un salto al vacío, a ver si al final había una red o si me estampaba contra el suelo.
Aunque la facultad se llame Facultad de Traducción e Interpretación, aquí se hace también el Grado en Estudios de Asia Oriental, así que estuve cuatro años estudiando aquí.
Para hacer el Máster en Historia del Mundo me vine al campus de Ciutadella de la Universitat Pompeu Fabra, en principio tenía que estar aquí sólo un año… pero me acabó gustando y decidí quedarme un poco más.
Llevaba un tiempo contemplando la posibilidad de estudiar en la universidad algo relacionado con Japón, y había una carrera de Estudios de Asia Oriental que entonces era de segundo ciclo, o sea, tenías que tener por lo menos dos años de otra carrera para poder entonces hacer los dos años de esa, así que me planteaba hacer dos años de Humanidades a distancia, mientras mantenía mi trabajo, y luego pasarme a esa carrera, ya de forma presencial. Y mientras estaba así, con las dudas sobre si atreverme o no, salió la noticia de que esa carrera de segundo ciclo iba a pasar a ser un Grado de cuatro años. Tenía que hacerlo, y tenía que hacerlo en la primera promoción. Así, decidí dar a mi vida un giro profesional completo… con el inestimable apoyo incondicional de mi pareja, que me podría haber mandado a freír espárragos por mis ideas de bombero en unos tiempos que no animaban a aventuras laborales precisamente. Me marché una temporada a Japón para mejorar el conocimiento del idioma –que en mi caso es una herramienta y no un fin– y me lancé a estudiar esa nueva carrera, el Grado de Estudios de Asia Oriental, en la Universitat Autònoma de Barcelona. El contenido incluía áreas como Sociedad, Antropología, Economía, Política, Geografía, Literatura y otras, pero yo me centré sobre todo en la Historia. El objetivo era formarme para poder trabajar como profesor e investigador de Historia de Japón en la universidad. Durante la carrera ya ejercí durante un curso como asistente a la docencia y fue de lo más interesante. En otro curso, además, trabajé en el Centre d’Estudis i Recerca sobre l’Àsia Oriental, dirigido por toda una eminencia en estos temas, el profesor Sean Golden, quien tuve además la suerte de que dirigiese mi Trabajo de Fin de Grado, llamado «La Embajada Keichō (1613-1620)». Al final acabé la carrera con un Premio Extraordinario de Titulación. Después de esto, hice un Máster en Historia del Mundo en la Universitat Pompeu Fabra –donde también fui ayudante de profesor en una asignatura de Historia Moderna–, con una Tesina de final de Máster que tuvo por título «Hideyoshi visto desde Castilla. Las relaciones entre Castilla y Japón a través de los documentos castellanos, 1592-1599», fue tutorizada por el profesor Josep Maria Delgado y calificada con 10 puntos y Matrícula de Honor.
Paralelamente, mientras estudiaba la carrera, en el verano de 2011, puse en marcha la web HistoriaJaponesa.com, con la intención de dar a conocer un poco la Historia Japonesa a todo aquel que estuviera interesado en ella. Por un lado, resultaba que no había en la red demasiada oferta de este tema para hispanohablantes y catalanohablantes, y por otro, me apetecía también por mí mismo, como una forma más de estudio de esta materia. Y resultó ser de las mejores ideas que he tenido nunca, porque me ha sido y es muy útil tanto para los objetivos con los que partía como para muchas más cosas que me han ido surgiendo durante estos años gracias a tener esta web. Con el tiempo, los contenidos escritos han ido dejando paso a los audiovisuales, con vídeos, directos y audios, porque, si quieres llegar al público, tienes que adaptarte a sus preferencias. Aparte de esto, en octubre de 2012 y junto al compañero Jordi Serrano, pusimos en marcha un proyecto en el que llevábamos cerca de un año trabajando, una revista académica universitaria de estudios sobre Asia Oriental. Esta revista, llamada Asiadémica, se publica una vez al año, puede descargarse de manera completamente gratuita desde su web, y hemos publicado ya dieciocho números, con la incorporación al equipo, hace un par de años, de Ainhoa Urquía.
Acabé el Máster, como decía, y desde octubre de 2014 a julio de 2019 cursé el Doctorado en Historia también en la Universitat Pompeu Fabra, con una Tesis Doctoral dirigida por los profesores Joan-Pau Rubiés (UPF) y Asami Masakazu (Universidad Keiō, Tokio), a quienes estoy enormemente agradecido por haber aceptado dirigirme. La Tesis tuvo como título «Toyotomi Hideyoshi y Europa. Contactos entre el gobierno japonés y los portugueses y castellanos en el Japón de finales del siglo XVI» y, tras casi cinco años de duro trabajo, me permitió convertirme en Doctor, con un bonito cum laude y un Premio Extraordinario de Doctorado.
Por otro lado, a mediados de 2014, en el paso del Máster al Doctorado, una editorial se puso en contacto conmigo para proponerme escribir un libro acerca de la historia de los samuráis, por lo que estuve dedicando bastante tiempo a investigar esta temática. Hubo ciertos problemas con esta editorial y decidí no seguir trabajando con ellos y llamar a la puerta de la que creo es la mejor editorial especializada en libros sobre Japón ahora mismo, Satori, les dije que tenía este proyecto a medias y les interesó. Trabajar con ellos fue muy fácil, el libro se llama Historia de los samuráis, y se puso a la venta el 16 de mayo del 2016. A mediados de 2018, la editorial estadounidense Tuttle Publishing, especializada en libros acerca de Asia Oriental, se interesó por traducir este libro a inglés y todas las partes implicadas estuvimos de acuerdo. En este caso, el libro se titula A History of the Samurai, y vio la luz en junio de 2020. Y menos de un año después, en marzo de 2021, se volvió a publicar en castellano, esta vez de la mano de Alianza Editorial, lo que le está permitiendo llegar a un público aún más amplio. En 2024 ha vuelto a haber novedades relacionadas con este libro: por un lado, hemos publicado la tercera edición con Satori, y hemos aprovechado para hacer algunos pequeños cambios, como un epílogo ampliado, más imágenes a color, una portada renovada y un nuevo prólogo a cargo del profesor Carlos Martínez Shaw, de la Real Academia de la Historia; por otro lado, ha visto la luz Història dels samurais, la versión en catalán, publicada por Anem Editors.
Entrevistado en el programa Més 324; durante estos años he podido participar en un montón de entrevistas, desde en la televisión y la radio hasta en la web o el pódcast de todo aquel que se haya interesado por lo que hago, gracias a todos.
Recogiendo el Premio Extraordinario de Doctorado de manos de la Rectora de la Universitat Pompeu Fabra, todo un honor y un orgullo.
Hablando de libros, mi Tesis acabó también convirtiéndose en un libro, tras un duro trabajo de adaptación y revisión, titulado Toyotomi Hideyoshi y los europeos. Portugueses y castellanos en el Japón samurái, y editado por Edicions de la Universitat de Barcelona en diciembre de 2021.
En cuanto a la docencia, un campo que me encanta, tampoco puedo quejarme. Ya durante el Doctorado, por un lado, trabajé como personal docente e investigador en el Departamento de Humanidades y el Institut Universitari d’Història Jaume Vicens Vives, como parte del contrato pre-doctoral F.I. de la Generalitat de Catalunya, impartiendo los seminarios de una asignatura durante dos años; por otro, y también durante dos años, tuve mi propia asignatura en el Máster en Cultura y Negocios en Asia Oriental de la Universitat de Barcelona. Tras acabar el Doctorado fui durante un año y medio profesor asociado en la UPF, donde tuve mi propia asignatura de Historia Japonesa. Después, durante todo el 2022 y todo el 2023, estuve haciendo una estancia post-doctoral Margarita Salas en la UAB, pero enviado allí por la UPF, por lo que también hice docencia mientras investigaba, tanto en una universidad como en la otra. Acabado este contrato… vuelta durante unos meses a la inestabilidad típica en nuestro sistema universitario –por desgracia– para los profesores-investigadores-académicos sin plaza fija. Finalmente, he conseguido un contrato no demasiado fantástico como profesor en la UAB, donde, por desgracia, debo encargarme de un par de asignaturas que no son de mi campo de estudio, y con esto sale perdiendo todo el mundo, empezando por los estudiantes, que son quién debería ser nuestra prioridad… en fin, otro día hablamos de esto, que da para rato.
Aparte de la docencia universitaria, y sobre todo a raíz del confinamiento de 2020 y del boom de todo lo online, impartí clases online y presenciales para gente como Espai Daruma, Casa Asia o Japonia. Me gusta también mucho ir a soltar mi rollo allá donde me dejen hacerlo, y en estos años he podido participar en congresos y conferencias en muchos lugares, no sólo en Catalunya y el resto del Estado Español, también en países como Japón, Francia, Rumanía, Panamá o Cuba.
El reto durante este curso, por el lado de la docencia y la investigación, es, obviamente, conseguir una plaza que me permita estabilizar mi situación. Cruzo los dedos y confío en el futuro, si no fuese optimista, tampoco habría dejado mi trabajo hace quince años para lanzarme a esta aventura. Aquí hemos venido a jugar.
Tenéis toda la información, de forma completa y directa, en el apartado CV.
Y eso es más o menos todo, he avisado antes de empezar de que sería largo, que conste. Pero como entiendo que casi todo lo que he contado puede carecer de importancia si lo que quieres es la información básica, la incluyo también aquí abajo. ¡Un saludo!
(Septiembre 2024)
Versión corta (y al grano)
Esta es la web de Jonathan López-Vera (Barcelona, 1977), Doctor en Historia (Universitat Pompeu Fabra), Máster en Historia del Mundo (UPF), y graduado en Estudios de Asia Oriental (Universitat Autònoma de Barcelona). Profesor de Historia Moderna en la UAB. Especialista en Historia Japonesa; autor de la web HistoriaJaponesa.com; de los libros Historia de los samuráis (Satori, 2016; Alianza, 2021) / A History of the Samurai (Tuttle, 2020), y Toyotomi Hideyoshi y los europeos (Edicions Universitat de Barcelona, 2021); y co-editor de la revista Asiadémica. CV completo aquí.